martes, 27 de noviembre de 2012

Rosario Castellanos


ROSARIO CASTELLANOS
"El que se va se lleva su memoria, su modo de ser río, de ser aire, de ser adiós y nunca."


Biografía
Rosario Castellanos nace en la Ciudad de México el 25 de mayo de 1925, aunque desde una edad muy temprana (y que abarcaría su infancia y adolescencia) sus padres, terratenientes con gran influencia, llegan a Comitán, Chiapas, donde establecerían su residencia para regresar a la Ciudad de México cuando Castellanos contaba con dieciséis años.
Su vida profesional se vería llena de variedades: escritora, docente, embajadora, burócrata. Muere en 1964.

Obra general y características
Fue una escritora bastante prolífica, dando nacimiento a textos narrativos, poéticos, ensayos y obras de teatro; entre sus obras más reconocidas tenemos Balún Canán (1957) y Oficio de Tinieblas (1962) por parte de la narrativa, en cuanto a poesía está Poemas. 1953 – 1955 (1957) y Lívida Luz (1960), por su parte, en teatro ha publicado Judith y Salomé (1959) y El eterno femenino (1975) . En general, su obra está llena de una visión bastante particular del mundo, trazándolo a partir de un tono humorístico despreocupado y, a la vez, con gran peso social, tocando las temáticas del feminismo y el indigenismo, aunque en ésta última habría de presentar un vuelco en la manera de abordarla: no es simplemente una enumeración de datos y sucesos, sino que lleva a cabo una reformación muy categórica, explorando las figuras de los Indios, ladinos y mestizos en Chiapas desde una perspectiva más humana y personal, sobre todo la visión del indígena, equiparándolo a una visión infantil del mundo como uno manipulable y lleno de imaginación. Castellanos presenta una literatura con quehacer social a la vez que cultural, ya que si bien su base tiene un asentamiento histórico, ella se permite explorar las delicias de la retórica, de la estilística para dar un paso más allá del mero indigenismo.

Obra
Ciudad Real, “La suerte de Teodoro Méndez Acubal”. Castellanos trabaja este cuento alrededor de una serie de postulados en particular:
-La incomodidad/miedo del indígena en cuanto a la posesión de bienes materiales.
-Una meditación en torno a la avaricia: más vale no tener para no tener miedo de que te lo quiten.
-Prejuicios del indio y del blanco.
-Caxtlán como un lugar diferente.
-La falta de comunicación entre grupos sociales.

Comentarios
La posesión material es, en cierta manera, una tortura para la mente, una prisión donde se tiene miedo a perder, a dejar de poseer cierto bien y que comienza a mellar la mente, el ánimo, casi como una obsesión. Nuestro personaje, Teodoro Méndez Acubal, sufre de cierta manera este síndrome al estar inmerso en un mundo donde la posesión se encuentra como un derecho exclusivo de la población terrateniente, de aquellos con cierta categoría social donde presumir la posesión es lo normal. Pero ¿un indígena con bienes? Se trata como cierta materia de ocultismo. Además, tenemos el elemento de la suerte como una figura paradójica: encontrar una moneda no es en sí poseerla ya que, en lógica de Teodoro, no llegó a trabajar por ella, sino que un capricho de la vida lo hizo cruzar su camino con ella y es así como debe permanecer su posesión, como un capricho inútil, una mera moneda oculta que es más que nada un juego entre él y ella. Aquí podemos ver a una Castellanos con cierto humor negro mientras lo trabaja desde una perspectiva de preocupación social y, como es característico en ella, aporta al indígena una visión infantil, imaginativa y lúdica de su mundo, que difiere mucho entre clases sociales.

Extras
Con respecto a su obra, Rosario Castellanos nos habla de su proceso creador en la siguiente entrevista.
Otra gran pluma literaria mexicana es Elena Poniatowska nos habla sobre la misma Castellanos:



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